Estoy agotada de llamar la atención a mi hijo, lo tengo que hacer muchas veces y por conductas diferentes ¿Qué puedo hacer en mi caso?

Las llamadas de atención son una medida útil, pero no podemos abusar de ellas porque su efectividad es limitada. Lo que debe de hacer es lo siguiente:

1º. Piense si de verdad los comportamientos necesitan que le llame la atención, es decir si lo que le exige es posible. Algunos padres pretenden que su hijo de 6 años pase toda una tarde tranquilo en una misma habitación: eso es imposible ( o muy difícil)

2º. Reduzca las llamadas de atención por un mismo motivo. Si le dice a su hijo que deje de hacer algo, no se lo diga más de dos veces; si continúa haciéndolo no le llame más la atención, adopte otra medida: tiempo fuera, retirada de privilegios...

3º. Exíjale unas normas al niño y adopte medidas si no las cumple.

4º. Si su hijo es muy inquieto manténgalo entretenido, cámbiele frecuentemente de actividad.

5º. Cuando no pueda más haga la vista gorda, salvo para comportamientos muy graves.

Llamar la atención

A veces es bueno hacer la vista gorda con nuestros hijos

Si tuviera que adoptar medidas cada vez que mi hijo se porta mal, no pararía en todo el día, por eso hago la vista gorda ¿Hago bien? 

Hacer la vista gorda es necesario en ocasiones y hasta recomendable para mantener un cierto equilibrio psicológico, porque efectivamente los niños pueden llegar a ser inagotables. Le aconsejamos mejor lo siguiente:

1º. Centre su intervención y su atención en determinados comportamientos, incluso puede empezar por uno solo.

2º. Trátelo de manera sistemática: enséñele lo que tiene que hacer, elógielo cuando lo haga, dele buen ejemplo y adopte las medidas de disciplina cuando no lo cumpla, pero solo con el comportamiento que esté tratando.

3º. Para el resto de conductas utilice especialmente las llamadas de atención y reprimendas. Casi siempre ocurre que al  mejorar una conducta, mejora todo el comportamiento del niño, porque también mejoramos nuestra forma de educar.

Jesús Jarque