Comer en familia

¿El vertiginoso estilo de vida te supera y cada miembro de su familia hace la suya? ¿La mesa del comedor está de adorno porque ya nadie tiene tiempo de usarla? ¿Las comidas multitudinarias han quedado en el recuerdo como algo del siglo pasado?

Pues detente un instante y piensa cómo juntar a tus familiares y recuperar el ritual de la mesa, porque las comidas en familia, además de ser divertidas, previenen adicciones.

Comer en familia
Un estudio del National Center on Addiction and Substance Abuse at Columbia University (CASA, Centro Nacional de Adicciones y Abuso de Sustancias de la Universidad de Columbia) revela que las familias que cenan juntas al menos cinco veces a la semana reducen el riesgo de que sus chicos fumen, beban y se droguen.

"La mesa es un lugar sagrado, que permite a los padres y a los chicos conectarse después de un día ocupado", asegura la nutricionista Leanne Ely, autora de libros de cocina y fundadora de Saving Dinner, un portal de Internet que ofrece comidas fáciles de preparar en casa.

"A veces la gente lleva una vida muy ocupada y dice que no tiene tiempo", afirma Ely. Pero hay que hacerse un hueco para dejar platos hechos que aseguren una cena con los chicos, en la que se pueda conversar sobre cualquier tema.

¿Cómo lograrlo? Pues no tienes excusas. Si la cena no ha dejado de ser una costumbre, empieza por recuperarla: recuerda que para la familia es muy importante sentarse juntos y compartir. No dejes que la vida ajetreada te obligue a perder esa tradición.

Para empezar, sigue estos consejos simples que te ayudarán a comer en familia:

  • Haz una lista de compras para toda la semana pensando en el menú de cada día. Pueden ser comidas simples, pero cuida que incluyan estos grupos de alimentos: hidratos de carbono (pastas), legumbres (guisantes y lentejas), verduras, frutas, carnes y pescado.
  • Deja preparado los pescados y las carnes y consérvalos en el frigorífico. Guarda las verduras en un sitio fresco. Así, cuando llegues del trabajo, podrás calentar lo que dejaste hecho y asegurarte una buena cena.
  • Invita a tus chicos a participar. Puedes pedirles que se encarguen de la ensalada o que te ayuden a lavar las frutas. Incluirlos en estos rituales los ayuda a comunicarse contigo
  • No permitas que coman solos en sus habitaciones, mirando televisión y a cualquier hora. Tienes que inculcarles la importancia de compartir opiniones, comentarios y experiencias al menos una vez al día.